El Producto Interno Bruto (PIB) de México del segundo trimestre del año registró un crecimiento de 1.1% anual en términos reales y con cifras ajustadas por estacionalidad, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La estimación preliminar del PIB en su lectura anual, hiló así siete trimestres consecutivos en desaceleración desde el pico alcanzado en el tercer cuarto del 2022, cuando mostró una expansión de 4.64% anual. El registro a 12 meses del periodo abril a junio, resultó el menos dinámico en 11 trimestres, desde el último cuarto del año 2021.
La información divulgada por Inegi sorprendió a los especialistas del sector privado consultados por Banco de México, que tenían previsiones de un crecimiento anual 2.16 por ciento.
Desde Nueva York, el economista para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos, refirió que “la resiliencia del crecimiento económico se ha suavizado desde el cuarto trimestre de 2023 y a lo largo del primer semestre del año».
Esta moderación permite vislumbrar un débil desempeño para la segunda parte del año, donde se espera la materialización del impacto que tienen tasas altas en la actividad; la incertidumbre política por los cambios legales que resultarán del relevo legislativo, una administración pública que comienza a corregir el gasto del primer semestre, una confianza empresarial débil y demanda externa moderada, resaltó.
La fotografía preliminar de la actividad económica de México, resulta de un crecimiento anual de 1.7% de las actividades terciarias donde destacan servicios y comercio, que no alcanzó para compensar el modesto avance de 0.5% en las actividades secundarias, de la industria; una contracción de 2.2% también a 12 meses de las actividades primarias que integran a la agricultura y ganadería.
La lectura estimada del PIB muestra un avance de 0.2% respecto del trimestre anterior.